lunes, 26 de marzo de 2012

William Saroza pintor de su ciudad






Entre adoquines, historia, montañas, iglesias, parques, casas coloniales, que son refugio de este creador, la imaginación vuela. En su antigua Trinidad, en el centro de la Isla, William Saroza esgrime el pincel y en su alma se funden el campesino, el investigador y el creador, para entregarnos una obra que enmarca retazos de la vida cotidiana, de su vida y de quienes le rodean.

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